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Leopold Bautista inició sus primeras incursiones en el mundo del interiorismo con la compañía Ramir Comas Pujol del 1982 hasta el 1988. Fue entonces cuando, dejándose llevar por su afición, creó su propia empresa dedicada a este sector. Un año más tarde, llegó a sus manos un libro de bulthaup, que él mismo definió como un libro de sensaciones de arquitectura y diseño.

Desde este momento quedó totalmente enamorado de la marca. Un sentimiento que comparte su mujer, Rosa Hernández, la persona que le ha acompañado desde sus inicios y que, según él, “ha sido siempre su equilibrio”. Actualmente, su showroom es un claro exponente del interés de bulthaup por unir calidad, funcionalidad, ergonomía y diseño.